En nuestro último viaje a Maldivas hemos combinado ´dos islas, dos resorts´, una de las experiencias menos comunes pero que nos ha resultado ideal para quienes tienen algo más de tiempo y quieren conocer más en sus vacaciones a Maldivas.
Durante nuestra estancia de 5 días en Maldivas hemos dedicado tiempo a disfrutar del encanto natural del hotel Adaaran Select Meedhupparu 4* y el espectacular servicio del Heritance Aarah 5* que gracias a su proximidad puedes combinar fácilmente con un traslado en lancha rápida de menos de 10 minutos.
Los dos resorts que hemos visitado son parte de la cadena Adaaran Resorts que cuenta con varios hoteles en Maldivas y Sri Lanka, donde los viajeros de todo tipo pueden encontrar el hotel que mejor encaje con sus gustos y preferencias. En nuestro caso, escogimos Adaaran Select Meedhupparu 4* y Heritance Aarah 5* por su situación privilegiada en el atolón Raa de Maldivas, uno de lo más destacados para practicar snorkel y buceo. Aquí, el fondo marino es maravilloso por su cercanía a la Bahía de Hanifaru, en especial si planeas tu viaje a Maldivas en los meses de verano pues el momento en que acuden hasta aquí un gran número de mantas-raya y también es posible avistar algunos ejemplares de tiburón ballena.
Además, ambas islas son 100% naturales algo que les da gran encanto por su vegetación en el interior donde disfrutar paseos muy agradables con el único sonido de los pájaros residentes y los coloridos arrecifes accesibles desde la orilla.
Por último, pero no menos importante ambos hoteles ofrecen un paquete Todo Incluido Premium con opciones variadas de restauración, entretenimiento y excursiones.
Día 1, la aventura comienza…. llegada a Maldivas:
Tras el vuelo internacional llegamos al aeropuerto internacional Velana en Malé, la isla más conocida por ser la capital del país. Nuestro paso por Malé es breve pues nada más salir de la zona de aduanas, un representante del hotel nos espera en sala de llegadas.
Si hay algo que nos ha cautivado de Maldivas además de sus paisajes es la amabilidad de su gente, que desde este preciso instante ofrece una cálida bienvenida y con mucha diligencia nos acompañaron para agilizar el check in y el traslado a la terminal de hidroaviones. Desde donde en pocos minutos salimos rumbo a nuestra isla el Adaaran Select Meedhupparu 4*
A la llegada, tras el cansancio del vuelo internacional decidimos instalarnos en nuestra villa en la playa con unas vistas preciosas al mar.
A la hora de comer, nos decidimos a probar el restaurante principal Jaafaiy Restaurant, un buffet con muchas opciones y platos para todos los gustos. Aquí, también se sirven los desayunos cada día con gran variedad y estaciones de cocina en vivo. El restaurante también abre para la cena, pero en nuestro caso nos decidimos por explorar todos los restaurantes disponibles en el hotel.
Una vez instalados, comenzamos a explorar la isla y hacer algunas gestiones importantes para sacar el máximo partido a nuestra estancia. Una de las más importantes es recoger el equipo de snorkel que puedes utilizar gratis durante la estancia. Y también nos informamos de las actividades y excursiones tanto las que están incluidas en el paquete Todo Incluido Premium como otras actividades igualmente interesantes como el Snorkel Nocturno que no dudamos en reservar (esta actividad sí que tiene coste extra).
Después del impresionante atardecer que acompañamos con algún que otro cóctel, nos esperaba una cena muy especial en el restaurante a la carta, Thavaa Restaurant de inspiración mediterránea. Aquí, además de los deliciosos platos diseñados por el Chef italiano, el ambiente en una zona tranquila de la playa es maravilloso.
Día 2: explorando el atolón Raa Atoll
El segundo día de nuestra estancia comenzó muy temprano para aprovechar al máximo la isla y todo las actividades que teníamos previstas.
A primera hora, hicimos snorkel en el arrecife de la isla (llamado House Reef) donde pudimos avistar multitud de peces y alguna que otra tortuga. Tras la sesión de snorkel improvisada, es el momento del desayuno buffet en el restaurante principal.
También reservamos una actividad en el centro de actividades para salir en barco a otras zonas cercanas para disfrutar del snorkel del atolón Raa. Y por la tarde, disfrutamos del crucero para ver delfines que terminó con la espectacular puesta de sol sobre el océano Índico.
Día 3: Nos vamos a Heritance Aarah:
Nuestro paso por el hotel Adaaran Select Meedhupparu 4* ha sido más que maravilloso, y es que en apenas dos días hemos podido disfrutar su encantador entorno natural que se disfruta a cada rincón, ya sea en la playa de arena blanca como el fondo marino. Y, su variedad gastronómica nos ha llevado a distintos restaurantes y sabores…
Hoy, a media mañana nos vamos al hotel vecino Heritance Aarah 5* donde continuaremos disfrutando el paraíso. El traslado de una isla a otra es muy cómodo pues al tratarse de hoteles de la misma cadena y en el mismo atolón, el precio y el tiempo de traslado son más que razonables, y es que en nuestro caso en menos de 10 minutos pudimos cambiar de isla.
El hotel Heritance Aarah 5* es de categoría superior, algo que pronto se deja sentir en pequeños detalles que marcan la diferencia. Aquí las villas son más amplias y hay mayor distancia para garantizar intimidad. También, nos asignaron un mayordomo quien se encarga de que nuestra villa esté a nuestro gusto y también de las reservas en restaurantes y el Spa, uno de los imprescindibles en este hotel.
Después del registro nos instalamos en nuestra villa sobre el mar (Ocean Villa), con una terraza enorme y acceso directo al mar. La habitación tiene todos los detalles, incluyendo suelo de cristal y también un amplio minibar con snacks, refrescos, cervezas y vinos de la casa… el minibar también está incluido y, cada día, nuestro mayordomo se acerca para reponerlo.
Como llegamos a tiempo de comer, decidimos pedir algunos snacks en el restaurante a la carta en Ralu Restaurant, el restaurante sobre el mar y el más cercano a nuestra villa (estamos tan emocionados que queríamos dedicar algún tiempo a disfrutarla). También nos acercamos al centro de buceo para recoger nuestro equipo de snorkel y situar la mejores zonas de snorkel, gracias a las indicaciones de los instructores del centro de actividades pudimos planear horarios y lugares de acceso más recomendables.
El paseo por el interior de la isla resultó muy útil pues también pudimos situar el gimnasio muy destacable por su equipo moderno y versátil para quienes quieren mantener sus entrenos durante las vacaciones. Y, el centro para niños Kids Club con zonas diferenciadas y adaptadas para distintas edades desde 2 años en adelante.
Otro de los puntos de referencia que encontramos fue el Bandhi Bar, junto a la piscina principal resulta el lugar ideal para ver la puesta de sol brindando con uno de los más de 100 cócteles disponibles.
Día 4: Cuerpo y mente sanos, un día en IASO Spa
Despertamos en nuestra villa sobre el mar (Ocean Villa) con una vistas de ensueño que invitan a darse una chapuzón y disfrutar de la calidez y paz del océano para comenzar el día. Después, para el desayuno tenemos dos opciones a escoger, el restaurante buffet Ranba Restaurant con todas tipo de platos dulces y salados o el restaurante sobre el mar Ralu Restaurant donde el desayuno es a la carta.
Hoy, dedicaremos el día a mimar nuestro cuerpo y mente, para ello no hay mejor lugar que IASO Spa donde pasamos casi toda la mañana. El Spa de Heritance Aarah 5* es uno de los mejores que hemos visitado, por la variedad de tratamientos, las fabulosas instalaciones y equipos para una experiencia wellness que incluye la integración de varias disciplinas y técnicas en tratamientos faciales, corporales, asesoramiento médico… y los masajes insignia.
A la llegada, parece que el tiempo se detiene aún más… En primer lugar, nos hicieron el scanner facial incluido para todos los viajeros en el que te muestran el estado de tu piel y los especialistas te asesoran sobre los tratamientos y cuidados más recomendables. Y después de hablar con los asesores, nos decidimos por el masaje balinés de 60 minutos del que disfrutamos cada segundo.
El Spa, también ofrece sesiones de Yoga grupales al amanecer por lo que si eres amante del yoga nos puedes perder la oportunidad de practicarlo en un entorno tan privilegiado.
Como no podía ser de otra manera, habíamos reservado una experiencia TOP para culminar este día tan especial dedicado al wellness. Y es que desde que lo vimos, teníamos muchas ganas de la cena en el restaurante Ginifati en la playa. Con muy poquitas mesas y un ambiente muy acogedor, es un escenario de maravilloso para disfrutar de una cena romántica y degustar las especialidades a la carta. Una experiencia 100% recomendable, por lo que no te olvides de reservar al menos una noche para cenar en el restaurante Ginifati.
Día 5: el último día en el paraíso
Nos despertamos en nuestro último día en Maldivas dispuestos a exprimir al máximo cada momento en este paraíso. Como nuestro vuelo sale a última hora del día, tenemos tiempo para disfrutar toda la mañana del encanto de Heritance Aarah 5*.
El horario de regreso del hidroavión se confirma con un máximo de 24h y es el personal del hotel quienes nos hacen llegar una carta de despedida con todas las indicaciones y horarios para coordinar los traslados.
Aunque no sabrás el horario hasta el último momento, siempre es importante tener en cuenta que los hidroaviones sólo operan durante las horas de luz, en torno a las 17.00h dejan de funcionar. Los últimos vuelos salen de los hoteles sobre las 16.00h, es posible que incluso antes ya que se tienen en cuenta muchos factores… A la hora de enlazar con el vuelo internacional, si escoges uno de los vuelos nocturnos es posible que la espera en el aeropuerto de Male sea mayor de lo esperado.
Por la mañana dejamos maletas listas para guardarlas en recepción, mientras nos decidimos por hacer una última actividad de despedida. Nos acercamos al centro de actividades acuáticas y cogimos un kayak para disfrutar un ratito más del maravilloso mar de Maldivas e intentar también despedirnos de los peces de colores del arrecife dedicando algunos minutos al snorkel. Después. entregamos todos los equipos y disfrutamos del desayuno que por la hora casi se convirtió en un brunch.
Así, llegó la hora de nuestro hidroavión de regreso y despedirnos de esta maravillosa isla. Una vez más, Maldivas nos ha enamorado con sus paisajes paradisiacos, la magia que se respira en cada rincón y la paz que el pueblo maldivo siempre trasmite.